[...]
-Había incluso un porqué, pero no lo recuerdo. Nunca se recuerdan los porqués. En fin, adiós.
No estaba hecho para las conversaciones serias. Y un adiós es una conversación seria.
-Había incluso un porqué, pero no lo recuerdo. Nunca se recuerdan los porqués. En fin, adiós.
No estaba hecho para las conversaciones serias. Y un adiós es una conversación seria.
Alessandro Baricco, Seda.
Página 118.
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2 confusiones:
Tus entradas siempre tan tú.
Nada más que decir.
Siempre me pones frases rayantes.!
Bueno, mejor eso que no me firmes :)
Un besorrio serr.!
Nunca se recuerdan, o no se quieren recordar, a veces duelen...
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