jueves, 3 de diciembre de 2009

Preliminares.

Mis detractores, que no son menos numerosos
que estúpidos, dicen que no y me llaman un im-
postor. No les doy la razón, pero no es imposible que sea un iluso. Sé que hay un camino.

Borges. La rosa de Paracelso.

0 confusiones: