lunes, 1 de marzo de 2010

paranoyas filosóficas;

Cuando uno vive, no sucede nada. Los decorados cambian, la gente entra y sale, eso es todo. Nunca hay comienzos. Los días se añaden a los días sin ton ni son, en una suma interminable y monótona. Tampoco hay fin. Y además, todo se parece. Por momentos se hace el balance.
Después de esto empieza de nuevo el desfile, prosigue la suma de horas y días. Lunes, martes miércoles. Abril, mayo, junio. 1924, 1925, 1926.
Esto es vivir. Pero al contar la vida, todo cambia; sólo que es un cambio que nadie nota; los acontecimientos se producen en un sentido, y nosotros los contamos en sentido inverso.
El fin está allí, invisible y presente; es el que da a esas pocas palabras la pompa y el valor de un comienzo. [...] El fin de la historia los atrae, los atrapa, y a su vez cada uno de ellos atrae al instante que lo precede.
He querido que los momentos de mi vida se sucedieran y ordenaran como los de una vida recordada. Tanto valdría querer agarrar el tiempo por la cola.

Jean-Paul Sartre.
"La náusea"

1 confusiones:

Ruth. dijo...

Que deprimente.
Es todo demasiado cierto, pero como no podemos evitarlo habrá que intentar no pensar en ello :D
Además le pasará a todo el mundo :O

Quiero leerlo :$